- El Justicia Mayor aprueba lo determinado por el cuerpo en el acuerdo anterior, e informa que a raíz del recurso que entabló ente el Gobernador recibió orden de éste de que debe continuar asistiendo a la Junta Municipal como hasta el presente. El Dr. Antonio de Oroño Rector, Vicario, Juez Eclesiástico de Santa Fe, por nota del 28 del corriente, remite testimonio del auto dictado por Juan Baltasar Maziel, Provisor, Vicario y Gobernador del Obispado, en virtud del breve pontificio del 12 de septiembre de 1772, y Real Cédula del 2 de noviembre de 1773, por el que se declara “por único asilo y lugar inmune, el sagrado de la Santa Iglesia Matriz de esta ciudad”, exceptuando los delitos de crimen. En caso que algún reo se asile en otra iglesia, la justicia seglar no podrá sacarlos por si sino por algún prelado o religioso. Se obedece, y se dispone requerir al Gobernador de las Armas su publicación por bando. Mediante memorial Domingo Maziel expone que realizó una recogida de los ganados de su estancia de Los Arroyos en la que se juntaron muchos animales del vecindario, pero que no pudo apartarse por haber roto los corrales. Solicita la designación de Pedro Acevedo o Domingo Ramírez para que compelan a los criadores a concurrir a la recogida general de dichos ganados. Se resuelve: nombrar comisionados a los citados para citar a los criadores; que éstos concurran a la recogida general y que el ganado orejano se reparta entre ellos, según lo acostumbran; que se pague con dicho ganado a los que, no siendo criadores, ayuden con el rodeo; que se remita a los criadores que no asistan el ganado de su propiedad, con la obligación de pagar a los conductores, y excluyéndolos del repartimiento de las orejanos; y que Maziel pueda marcar animales de marca no conocido, quedándose con el procreo y obligándose devolver aquellos ante el requerimiento de sus dueños. Por memorial Francisco Javier Crespo referente a recogidas de ganado en la otra banda del Paraná. Se resuelve despachar al Sargento Mayor de ese partido igual comisión que la librada para Los Arroyos. Se concede merced a José Manuel Villaseñor, escribano de Número, 4 cuadras de tierras sita al N de la ciudad, “de las que se dieron a don Vicente Hereñú”.
-El proc. Sindical Gral. José Aias Troncoso, entrega inspeccionadas por orden del cabildo, las siguientes rentas de propios de 1784 recibidas por el mayordomo José Carrera de igual rubro de 1785 por José Quintana y 4 de José Fernández Valdivieso, ex preceptor de Arbitrios de esta ciudad, de 1782, 83, 84, y 85 con los reparos que debió hacerle. Se resuelve pasarlos a la junta municipal de propios y arbitrios de esta ciudad.
-La cuentas del año de José Teodoro de Aguiar "Recaudador Mayordomo del derecho de arbitrios" en Bs As. Se traslada al Proc. Gral. síndico para su revisión.
-Se considera el escrito de Juana Hereñú, "natural y vecina de las señoras distinguidas de esta ciudad, en la que refiere su pobreza y los méritos de sus padres, solicita de merced, un sitio que linda por el O. calle real en medio con la quinta y casa del catalán José Selbas y por el S con la huerta de Manuel Aguirre. Por otro escrito, Clara Hereñú hermana de la anterior, solicita de merced otro sitio lindero. Por su pobreza y los antecedentes, referidos se le concede los sitios exmiéndolas de los derechos de posesión. Si los terrenos han sido adjudicados a otras personas que no sean de igual clase que las peticionantes, se le concederá a aquellos otros sitios.
-Por pedimiento Juan Pablo Gaytán solicita licencia para recoger haciendas suyas de varios especies que se hallan dispersas en el cululú. En razón de estar determinado el modo de las recogidas de estos animales, no se hace lugar.
- Ante la respuesta del Procurador Síndico General a la vista que se le dio del pedimento presentado por José Leandro Arteaga, a nombre de su suegro Fermín Crespo, se resuelve consultar lo que dispuso el cuerpo en 1786 sobre recogidas de ganado, para determinar el asunto.
- El Alguacil Mayor solicita 2 candados para los cepos y “algunas cadenas para acollarar los presos” por hallarse todos los grillos en Buenos Aires. Se accede y se dispone requerir estos últimos elementos.
- Por oficio del 15 del corriente, el cura vicario Francisco Antonio de Vera Mujica, solicita certificación sobre si Mateo Correa era hombre pobre y cargado de familia y si el haberse enterrado en el Convento de la Merced, con su permiso, produjo algún escándalo al pueblo. El cuerpo declara que le consta la buena conducta del cura, que Correa era pobre y cargado de familia y que su destierro no ocasionó ningún escándalo. El Regidor Juan Francisco Aldao se abstuvo de entender el asunto, por justos motivos.
- Se abre el punto a las causa civiles. El Virrey por oficio del 14 de marzo, se impone de las causas por las cuales el Cabildo en cuerpo no asistió a la función de Iglesia que dispuso el Comandante de Armas. El Escribano de Cámara, Facundo de Prieto y Pulido, por oficio del 16 de marzo, de orden de la Real Audiencia participa el fallecimiento de Carlos III, ordena proceder a las demostraciones pertinentes y llevar luto de acuerdo con la Real Cédula del 25 de marzo de 1693, moderándose en cuanto a túmulos y haciendo sólo gastos precisos. No obstante estar publicada ya la noticia, la orden se hará conocer por carteles y a los Alcalde de la Hermandad. Dicho funcionario, por otro oficio de la misma fecha, previene por orden de la Real Audiencia que los lutos sean costeados por cada individuo, no obstante llevarlo “por razón de comunidad, carácter o empleo”. Se dispone la publicación acostumbrada. Se resuelve encargar el sermón para las honras de Carlos III, al Cura Vicario Dr. Francisco Antonio de Vera Mújica. Mediante oficio Martín Benítez, hace saber que no puede levantar la información pedida por José Leandro Ortega, sobre recogidas de ganado, por impedimento de parentesco. Se le comete a Francisco Antonio González, vecino de la Capilla del Rosario. El Alguacil Mayor hace presente que se remató el abasto de carne para las tropas de los fuertes por el Alférez Real José de Vera Mújica, al precio de 20 y ½ reales. Como se halla en estado de aprobación, solicita se haga conocer que el precio corriente es de $ 3. Se accede. El Presidente del cuerpo informa que hizo publicar la Real Cédula del 24 de diciembre de 1788 sobre el fallecimiento de Carlos III, y que ha recibido oficio del Alcalde de la Hermandad de Paraná, acusando recibo a dicha noticia. Dicho Alcalde 1º hará saber que, por oficio del 18 del corriente, solicitó al Comandante de Armas ordenar a las Milicias de la campaña, franqueen a los Jueces Pedáneos el auxilio necesario. No habiendo recibido aún su respuesta.
- Se levanta el punto a las causa civiles. Por oficio del 6 de abril, el Virrey avisa haber confirmado a Gabino Acevedo como Alcalde de la Hermandad de los Arroyos, en concepto de la eficacia y de lo mostrado el año anterior, y que se le informe, ante la súplica que le hizo, que en dicha fecha ordenó al Comandante de Armas le proporcione los auxilios de tropa que necesite ante el “excesivo número de vagos” que se hallan en su jurisdicción. El cuerpo dispone citar a Acevedo. No se hace lugar al pedido de Gabino Acevedo que se lo exima de Alcalde de la Hermandad, en razón de su pobreza. Mediante pedimento, Domingo Maziel hace presente hallarse interesado en el oficio de Alférez Real, y suplica, para cumplir con las disposiciones previas, certificación sobre su edad, idoneidad, legitimidad y suficiencia, que es hijo de Domingo Maziel y Rosa de Lacoizqueta, ambos depuestos; que éstos fueron nobles y descendientes de familias distinguidas de Santa Fe y Comandante de cristianos viejos y “sin mala raza”; que ha sido casado con mujeres de distinguido nacimiento, que no ha cometido alguno, y no ha ejercido oficio vil. La determinación se difiere para otro acuerdo. Mediante pedimento, los hacendados de la otra banda del Salado hacen presente los graves perjuicios que causa la yeguada alzada “que inunda” sus campos, haciendo escasear pastos y aguadas, daños en los procreas y menoscabando la cuatropea. Se resuelve autorizar sus recogidas, y que los vecinos que la hagan rendan dichos animales o lo saquen de la jurisdicción. Con ello se aumentarán los diezmos, que se hallan con poco valor. El Alguacil Mayor propuso que las yeguas recogidas se vendan y su producto se aplique a propios.