- Ante la escasez de vino, faltante hasta para celebrar los oficiosy con motivo de haber entrado tres carretas condicha carga consignadasal sargento mayor Francisco Izquierdo,se ordena la destrucción delas botijas, con preferencia a losreligiosos y cabildo, prohibiéndosesu extracción de la ciudad.
- El sargento mayor Pedro de Iscay Araníbar solicita el pago de16, 50 pesos que abonó en Buenos Aires,a nombre del cabildo,por costas de una condenación del gobernador.Se concede.
- Por dos años, se conceden a Lázaro Martínez y Juan deAvalos las pulperías de la ciudad que solicitaron.- Se concedenlas siguientes mercedes de tierra: a Juan GómezRecio, medio solar,al sur y a la salida de la ciudad; y a Domingo Cuello, medio solar,al poniente de la ciudad, lindando con Domingo Abalos.
- Andrés Francisco de Acosta, en nombre del sargento mayor Francisco Izquierdo, presenta una comisión otorgada a éste por el juez mayor de bienes de difuntos, la cual, después de ser obedecida, se resuelveelevar por su acatamiento.
- El sargento mayor Juan de Castro y delHoyo, tesorero de lasanta cruzada, solicita 'casa y almacén de balde'para depositar la yerba que trajo de Corrientes. El teniente de
Se conceden las siguientes mercedes de tierra: al alférez Pedro Cabral,medio solar en la orilla oeste de la ciudad; y a Pedro Juan Maldonado,un cuarto de solar en la calle de la Ronda, lindero a la casa de Ignacio Villegas.
Poder extendido al capitán Gabriel de Aldunate, corregidor de lospartidos de la ciudad de 'Andalguailas', y a Tomás de las Cuevas,abogado de la real audiencia de La Plata, para que obtengan ante estetribunal, la aprobación de las cuentas pertenecientes a los derechos de romana y mojón y rentas de Santa Fe.
-Se recibe un despacho del gobernador, en respuesta a la documentaciónreferente a la comisión dada al sargento mayor Francisco Izquierdopor el juez mayor de Bienes de difuntos. Comunica haber suspendidola misma, reteniendo el despacho original, y que informará a dichojuez mayor las causas que determinaron su resolución.
-Se conmina al capitán Miguel Díaz de Andino, 'dentro de un día natural', a demolertotalmente el horno de tejas que posee en sucasa, dentro de la ciudad,por el peligro de incendio para las viviendas pajizas ercanas y detodo el pueblo, y porque el humo 'infecta de ordinario' a la población.