- A raíz de haberse tenido noticias de que los indios charrúas han apresado o muerto 3 hombres en la otra banda del Paraná, que andaban curveando en el río Feliciano, camino real a Corrientes, se dispone el envío de un contingente de 50 hombres con su cabo, que partirán al día siguiente, y a los cuales se provee de pólvora, yerba, tabaco y balas.
- El Teniente de Gobernador, de acuerdo con las consultas hechas a los “vecinos reformados” sobre las necesidades para la entrada al Valle Calchaquí, solicita la provisión de los elementos estimados imprescindibles para tal fin, como también los que sirven “para agradar a los indios calchaquíes, como tan necesarios para dicha entrada”. Los cabildantes estiman que lo calculado es suficiente – menos al Alcalde Miguel de Cheres que señala 8 arrobas de pólvora – y se dispone cobrar a los vecinos los donativos para adquirir 12 arrobas de pólvora, 12 de balas, 20 tercio de yerba, 20 de tabaco, 2 botijas de aguardiente y 2 de vino. El contingente partiría el 20 del corriente.
- Se resuelve reiterar al Gobernador el uso de la acción de ganados.
- Se considera la nota del Maestre de Campo Francisco de Vera Mujica, del 6 del corriente, recibida el día anterior por la noche, en la que, debido al desastre experimentado ante los indios, solicita ayuda de 500 caballos y municiones. Ante la imposibilidad de enviar los indios y mulatos libres que se reseñaron y alistaron por las bajas causadas por la viruela, se propone remitirle algunos charrúas. En cuanto al resto del pedido, se derivará al Gobernador, a quién se solicitará pólvora, balas y armas necesarias para despachar de 40 a 50 “hombres españoles”. Para la provisión de los caballos, yerba y tabaco se exigiría un “donativo” a los vecinos.
- El Procurador General José de Aguirre expone las consecuencias que deparará el auto que prohíbe la saca de mercaderías hasta tanto no se agoten las depositadas en el Almacén Real y pertenecientes a su Majestad, representando que la yerba, tabaco, lienzo, algodón sirven a los vecinos y mercaderes para permutar por trigo, harina, maíz, etc. que constituyen “la única moneda que corre por no haber dinero”. Expresa que ello agrava la situación creada por el impuesto de sisa, prohibición de vaquerías, guerra contra el aborigen e introducción de papel rubricado, dificultando el comercio y disminuyendo el número de mercaderes que bajan a la ciudad. Se resuelve que el Procurador “haga su representación como convenga”.
- El alclade de la hermandad, capitán Juan de Niz y Arce, de acuerdo conla disposicióndel gobernador, viajará a Buenos Aires para traerlos vecinos de esta ciudad que sehallan en aquella y su jurisdicción.Se solicitará ayuda a dicho mandatario, y elcabildo le facilitará yerba y tabaco.