- Ante la petición del Mbro Pedro González Bautista “cura propio de la parroquial”, reiterando el exhorto que se le devolvió ayer, se resuelve responderle que el cuerpo solo certificaría respecto de los puntos de que dio cuanta el Obispo.
- El Sargento Mayor Alonso Reyes renueva, por petición, la solicitud para recoger 2.000 vacunos para “poblar estancia”. En razón de la necesidad de avíos para una corta entrada que se hará antes de la apertura de las vaquerías, se le concede licencia, con la obligación de contribuir con 100 animales para las obras públicas y 200 para el abasto. el Alcalde Zevallos vota en contra por hallarse todavía cerradas las recogidas, y el Regidor Propietario Vera Mujica expresa, como Fiel Ejecutor, que dichos animales serán necesarios para proveer de carne “al pueblo y a los trabajadores de la zanja que tiene a su cuidado”.
- El Alcalde Zevallos informa “que a la vista del clamor repetido del pueblo”, provocado por la escasez de carne para el abasto, al punto que la vecindad “se puede considerar al peligro de perecer de hambre”, dispuso retirar las comisiones que actuaban en los caminos para impedir el desalojo de los vecinos, por considerar “más que tirano el modo de agraviarlos” al coartar su “libertad” de afincarse en el lugar que más le conviniese. Para atender al abasto se resuelve, en tanto arribe una tropa de la Compañía de Jesús con la cual se solventará la situación, tomar 10 o 12 animales de la estancia de Juan Martínez, y 40 o 50 de la de Ramón Pérez, pagándosele o comprometiendo la devolución de 1 por 2 animales. El Alcalde Zevallos no acepta el temperamento, y el cuerpo mantiene la decisión.
- El Procurador General entrega al cuerpo una petición en solicitud de asegurar el abasto de carne a la población, proponiendo que se obligue a los vecinos que poseen ganados en la otra banda del Paraná dar animales para el matadero. Se resuelve pregonar las carnicerías, y facilitar, al que obtenga el remate, una escolta para que pueda asegurar los animales en paraje cercano a la ciudad. En caso de no presentarse ningún postor, se conminará a los que posean ganado a entregar y faenar reses en proporción a sus existencias y posibilidades. El Teniente de Gobernador declara que dará soldados para los pastores y leñadores.
- La otra petición del Procurador General, referente al miserable estado de la ciudad; desolación de los pagos, especialmente el de Coronda, el único que había quedado; riesgo del paso de Santo Tomé; y “otros puntos muy urgentes”, se posterga para otro acuerdo.
- Se pone a consideración la concordia, se repasan los acuerdos del 21 de octubre de 1721 y 2 de marzo de 1722, y se resuelve postergar la determinación del asunto.
- El Procurador General entrega 4 peticiones. Una referida a la prohibición de desalojar la ciudad; y otra en solicitud de la rebaja del precio de la carne de 2 ½ el cuarto a 2, que no es aceptada la que pide fijar el flete de las embarcaciones, se posterga para otro acuerdo.
- Ante la denuncia de que dos tropas de 40 personas cada una están vaqueando sin licencia, se comisiona al Alcalde de la Hermandad, Capitán Francisco de Vera Mujica para prender la gente, embargar los animales y bagajes, y traerlos a la ciudad.
- Se encarga al Teniente de Gobernador la vigilancia de la gente que va a las faenas, a fin de que tenga conocimiento de la que queda para la defensa.
- Se concede a los religiosos de Santo Domingo licencia para hacer una carretada de grasa y sebo, “sin pensión alguna”, y con destino al “gasto y abasto” del convento e iglesia.
- El Procurador General se refiere a la escasez de carne, e informa que el Alcalde 1º se obligó al pago de 500 vacas de la hacienda de Fernando Valdés, y que ha desistido de ello, por lo que solicita que la ciudad se haga cargo de los animales. La determinación se reserva para otro acuerdo.
- En razón de estar “maltratado” el almacén real, y ser su reparo de la obligación del Cabildo, se dispone el arreglo conveniente.
- Ante la denuncia del Procurador General de que las vacas de venden al excesivo precio de $2, se dispone vigilar para que se comercien al asignado.
- Se concede licencia a un vecino para hacer 10 cargas de sebo y grasa.