- Teniendo presente lo acordado sobre reparación del Cabildo, por los quebrantos y ruinas de todo el edificio, “desde el oficio público a la que corre rentable incluyéndose los calabozos de la mal cárcel, piezas de esta sala capitular y real almacén”, y en consideración a que no se solicitó el “concurso gracioso de los vecinos”, se dispone que los Alcaldes Ordinarios pongan en práctica la medida decretada. Francisco Baez de Arze asumo como Mayordomo.
- Mediante petición, el Procurador General solicita se pida al Gobernador “no se segreguen del cuerpo del vecindario de esta jurisdicción, la parte de soldados y vecinos que la componen y pueblan al partido de Los Arroyos”, por las razones que expone. El cuerpo resuelve elevar al Gobernador copia de dicho pedimento y de este acuerdo, con carta informativa en que se represente que esta ciudad debe conservarse en “la quieta posesión y arreglamiento de sus milicias y vecinos.”
- Se disponen los gastos y preparativos para la fiesta del Patrón San Francisco Javier. Ante la exposición del Alcalde 2º sobre el pago de 20 reales por carcelaje, la oposición a él y la distinción que se hace entre españoles naturales, el cuero dispone que se observe y guarde el entero de 10 reales que fija el arancel establecido por la Real Audiencia, y las restantes cláusulas.
- Por nota del 30 de enero, el Gobernador aprueba la elección anual. Dicho mandatario por carta del 2 (22 ) de febrero responde al recurso entablado por el Procurador General sobre el vecindario de Los Arroyos que presta servicios en la jurisdicción de Buenos Aires. Declara que impartió orden para que queden al mando del Maestre de Campo José de Venegas, y que en caso de necesidad, ambas fuerzas se auxilien. En cuanto a los 50 hombres que Pedro de Acevedo debió remitir para la expedición del Teniente de Gobernador, ha dispuesto la incorporación de los mismos. Se resuelve despachar comisión a Miguel de Avalos y Mendoza, “vecino de Los Arroyos, que tiene su residencia en el Saladillo inmediato a la Capilla de Nuestra Señora del Rosario”, para que administre justicia a los “vagamundos y ladrones cuatreros” e impida la extracción de ganado, sebo y grasa para las ciudades vecinas. En razón de que “de las vecindades de Santiago y Córdoba” llegan y salen de esta jurisdicción con el propósito, aparente o real de comerciar, y roban hacienda apartándose del camino real, dicho “Juez comisionado” los obligará a seguir esa vía y registrará sus cargas y ganados. Igual comisión se librará a José Antonio Salazar para vigilar las fianzas de cueros.
- El Teniente de Gobernador Francisco Antonio de Vera Mújica, por carta fechada en el “Río del Rey” a 23 del corriente, informa que, sin usar las armas, ha conseguido retornar al pueblo de San Jerónimo los indios que habían desertado e incorporar a él las parcialidades de 2 caciques más. Además, entregó al Teniente de Gobernador de Santiago del Estero los indígenas que fugaron de la reducción de esa ciudad. El cuerpo expresa en agradecimiento. El Regidor Juan de Zevallos hace referencia al puerto preciso y denuncia que las embarcaciones de Blas Barreiro, del General Juan Antonio de Zavala y del vecino Vicente de Azcona, en deferentes ocasiones, fugaron a Buenos Aires, llevándose la mayor parte de las cargas que trajeron del Paraguay. Solicita la represión de esos delitos, por cuanto los 2 barcos que acaban de entrar a puerto, harán lo mismo. Propone que el Alcalde 2º asista a las descargas, y en el caso de pasar a Buenos Aires los haga fondear, dejando a bordo nada mas que la yerba y tabaco del consumo de la tripulación debiendo efectuar sus salidas de día, previa la visita. El Alcalde 1º propone suspender la determinación, pero los restantes capitulares aprueban la propuesta y disponen dar traslado del asunto al Procurador General.