Copia de la real cédula dada por la reina gobernadora, en Madrid,el 6 de mayo de 1670, aprobando y confirmando la mudanza de la ciudad y concediéndole 12.000 pesos de las alcabalas del Puerto de Buenos Aires para su reedificación.
Por haberse acabado la partida de vino que ofreció Juan de Trejo a10 pesos la arroba, se autoriza 12 pesos.Ante la noticia de que el10 del corriente, se recibierno los autos del remate de la alcabala, adjudicado a Francisco de Aguilar, a razón de 1.000 pesos anuales,y pretendiendo el cabildo arrendarla en las mismas condiciones, envirtud del exhorto librado, el tesorero Bartolomé Márquez presentadichas actuaciones, las que se le devuelven para que actue como procurador general de la ciudad.
Los recaudos que presenta el capitán Bartolomé Márquez, procuradorgeneral, sobre el remate de las alcabalas que obtuvo Francisco de Aguilar, y que pretende la ciudad, son decretados a su pie.
El tesorero de la ciudad, Bartolomé Márquez, presenta un exorto requiriendoel pago de las alcabalas que se adeudan de años anteriores. A continuacióndel escrito, se provee lo resuelto. El capitán Bartolomé Márquez, ensu condición de procurador general, presenta una petición refetentea 'algunos particulares tocantes al bien público', cuyo decreto se consigna al pie del escrito.
Citado por todo el cuerpo, asiste a la reunión el capitán AntonioFernández Montiel, apoderado en la ciudad en Buenos Aires. Presenta una real provisión referente a la pretensión de Santa Fe sobre elganado vacuno cimarrón de la otra banda del río Paraná, cuyo decretose consigna al pie de ella.Presenta otra real provisión, en testimonio autorizado, sobre la aspiración del cabildo a la cobranza de las alcabalas,adjudicadas por remate a Juan Aguilar.Lo resuelto se provee alpie de dicho documento. Como es necesario realizar algunas diligenciasreferentes a estos asuntos, y el procurador general capitán BartoloméMárquezestá ocupado con su oficio de tesorero, y además, 'es voz común en esta ciudad ser interesado' en el remate de las alcabalas, se designa para aquel cargo, en dichas materias solamente al capitán Antonio Fernández Montiel, que jura y asume.