- Se pone punto a consideración el traslado de los fuertes, de acuerdo con lo propuesto al Virrey, por el Comandante de Armas el 26 de febrero de 1789, y lo informado por el Procurador General Francisco Javier de Lassaga. El Alcalde 1º José Ignacio de Uriarte propone trasladar los fuerte de San Juan Bautista y San Nicolás a los puntos indicados por los mencionados y reparar el de San Francisco Javier, a fin de cerrar la entrada a los infieles del Chaco, para que los hacendados no desalojen sus estancias, y a fin de que no se repitan sus crueles ataques, como el llevado a cabo en el Pueblo Viejo, que ocasionó 7 muertes y una niña cautiva. Propone que con las 25 plazas a crearse se establezca un fuerte en el paraje de los Sunchales, por el beneficio que reportaría al comercio, el ahorrar 60 leguas de camino al Perú. Con estos 4 fuertes así dispuestos, se beneficiarán los vecinos de Santiago del Estero al poderse extender a otros terrenos. Se opone trasladar el fuerte de San Juan Bautista al paraje de Las Ovejas. Señala que llevado éste 11 o 12 mas al norte, en donde hace esquina el Salado, y el de San Nicolás 5 leguas más afuera, quedaría paralelos con el de San Javier y a distancia de 6 leguas, con lo cual podrán socorrer a tiro de cañón. El Regidor Roldán y el Alguacil Mayor propone trasladar el fuerte de San Juan Bautista al paraje de Las Ovejas, como ya se hizo en 1788 y erigir un fortín en Las Cañas con 1 oficial y 12 hombres, por ser este lugar por donde penetran los indios. Proponen que en caso de crearse las 25 plazas que se solicitan, se formen 2 compañías de Blandengues, con 62 hombres cada uno, con sus oficiales correspondientes. Admiten el traslado de los fuertes de San Nicolás y San Javier. Se resuelve elevar el expediente al Virrey, para su aprobación. Ante el oficio del 13 del corriente, de Antonio Barrenechea, participando no haberse podido recibir como Mayordomo Receptor de Arbitrios en Buenos Aires por haberse opuesto a ello su antecesor, José Teodoro de Aguiar, pretextando el cobro de algunas deudas y no haberle aprobado sus cuentas el Cabildo, el Regidor Decano expresa que se debe el “infiel pensamiento de perpetuarse en aquel ministerio” y desconocer una legítima providencia del cuerpo, que tiene aprobación del Virrey. Propone se le conmine a la entrega de su empleo y de toda la documentación y caudales bajo apercibimiento de embargársele todos sus bienes, y que se informe al Virrey. Expone extensamente, sobre la actitud de Aguiar, señalando que la Junta de Propios y Arbitrios no aprobó sus cuentas por haberse asignado, sin autorización alguna, el 8 por ciento de comisión, cuando se le había fijado el 6, con su aprobación. El Alguacil Mayor difiere su parecer, pero el Alcalde 1º no hace lugar a ello por no ser de su cuenta y riesgo el nombramiento de Aguiar por no haber asistido al Cabildo que lo dispuso. Adhiere al parecer el Regidor Roldán.
- Mediante oficio, el Comandante de Armas responde a la vista que se le dio del pedimentos del Procurador Síndico General, haciendo saber que encuentra muy conveniente la traslación de los fuertes a lugares más avanzados, que por su parte viene gestionando desde 1784. Añade que colaborará con el cuerpo para elegir los nuevos sitios para los fuertes. Se resuelve elevar al Virrey testimonio de toda la documentación del asunto, junto con el informe pertinente. Por pedimento, el P. Jubilado Fr. José Córdoba Cura Coadjuntor de San Francisco Javier, en nombre del Cura Doctrinero, P. Jubilado Fr. Julián de Obelar, informa sobre la “notoria indigencia” que padecen los mocovíes del pueblo, causa por la cual viven dispersos en los campos y ríos, robando haciendas y sin ninguna sujeción pues “no tienen Corregidor ni castigo” y ellos no pueden reprenderlos por falta de auxilio. Señala que han representado esta situación al Superior Gobierno y que hace más de un año y 8 meses que no tiene efecto la ayuda de ganado que dispuso el Virrey Marqués de Loreto, en ocasión que el Cacique Corregidor Manuel Navedanac, le expuso en persona, estas necesidades. El cuerpo resuelve informar al Virrey remitiéndole el mencionado pedimento. Por escrito, Mateo Javier López Pintado, solicita levantar información de su linaje s fin de poder hacer postura al empleo de Escribano público. Se le indica que ocurra a cualquiera de los Juzgados. El Presidente presenta la cuenta de los gastos hechos en reparar los cuartos que ahora sirven de Cárcel y solicita una asignación para el maestro Esteban Tast. Se dispone pasarla a la Junta de Propios y Arbitrios, con indicación que dispone el pago a Tast con la mayor equidad, en razón de la escasez de fondos. En razón de hallarse en la ciudad el Provincial de los Mercedarios, se dispone solicitarle ordene a Fr. Isidro Cáceres pase a hacerse cargo del Curato del pueblo de San Jerónimo. Respecto del pedido de certificación formulado por Bernardo Garmendia diferido el 22 de septiembre de 1790, el Alguacil Mayor expone que no le consta su versación como Sargento Mayor de Frontera y Capitán de Blandengues, ni los motivos por los cuales informó en su contra Juan Francisco de la Riva Herrera, que fue Comandante de Armas y Presidente de la Junta de Temporalidades de Santa Fe, Sargento Mayor de la Plaza de Buenos Aires, y últimamente Gobernador de Valparaíso (Chile). Expresa que Francisco Solano Frutos, Bernardo Serrano y Mateo Lencinas le antecedieron como Capitán de la Compañía de Blandengues, y que a este último, que ejerció el empleo más de 20 años, lo separó el Teniente de Gobernador Joaquín Maziel para reemplazarlo por Garmendia, a quien Riva Herrera lo separó también para reponer a Lencinas. Los restantes capitulares difiere su parecer, hasta conocer el pedimento de Garmendia.