- Se levanta el punto a las causas civiles. Se reitera la costumbre de que los Alcaldes Ordinarios porten los pendones el Jueves y Viernes Santos. A fin de evitar la escasez de trigo, que resulta de fijarle precio, y por ignorarse las fanegas que se cosechan, se dispone establecerlo de acuerdo con el monto de la existencia. Al mismo tiempo se encarga a los Alcaldes de la Hermandad, prohibir la extracción de dicho cereal, vacuno, grasas y sebos, que deberán enviarse a esta ciudad para su consumo, bajo multa de $ 25. En cuanto al abasto de las embarcaciones que regresan de Paraguay, el monto se fijará en la licencia que, al efecto, debe conceder el Teniente de Gobernador. Se dispone que el Alcalde 1º y el Fiel Ejecutor establezcan los precios del vino y demás mantenimientos. Se resuelve tomarle cuentas al Mayordomo anterior. Se ordena la visita de tiendas y pulperías.
- El Escribano de Cabildo, que hace oficio de Notario de Cruzada, lee el exhorto librado por el Comisario de la Santa Cruzada, Dr. Juan Ignacio de Lacoizqueta, solicitando informe sobre las simas que el ex Comisario Dr. Juan Antonio de Vera, debió enterar a la Real Caja provenientes de la limosna de la Bula, mulas y condenaciones de ese tribunal. Se accede. en razón del desorden que hay en la venta de abastos en casas particulares y para evitar el perjuicio de esto causa a los taberneros, ante la escasez de pulperías de cuenta de la ciudad y del Rey, se dispone que el Teniente de Gobernador rompa bando prohibiendo la venta de esas mercaderías a “personas particulares”. El Alcalde 1º y el Fiel Ejecutor informan que fijaron precio al vino, pan y trigo. A pedido del Alguacil Mayor se ordena componer los calabozos.
- De acuerdo con la facultad concedida por Real Cédula del 1º de abril de 1743, se designa a José Correa “Deza”, vecino de Buenos Aires, Recaudador en dicha ciudad de los Arbitrios que pertenecen a Santa Fe. Se le enviará el poder respectivo y tendrá la obligación de tomarse cuentas a su antecesor Miguel Jerónimo Ruiz, y rendirlas cuyas casa semestre. Como “premio” se le asigna el 8 % de la recaudación. Del nombramiento será informado el Gobernador para que le facilite los auxilios necesarios. El Capitán Bernardo López Pintado asume como Mayordomo. Pedro Manuel de Arizmendi asume como Alcalde de la Hermandad, y se le concede autorización “para oír demandas hasta en cantidad de cien pesos”, y se le dan las instrucciones para impedir la extracción de ganado vacuno, trigo, sebo y grasa, con destino a otras ciudades que no sea Santa Fe.
- Para celebrar las fiestas reales con todo regocijo, el Alcalde 1º propone convocar a los vecinos de los Arroyos y del Paraná, en razón de los pocos que hay en la ciudad. Los restantes capitulares no hacen lugar a la moción por la gran distancia respecto de los primeros, y por la “suma pobreza” de los segundos que se hallan ocupados en la siembra del trigo. Se dispone retener a los vecinos de Los Arroyos que traigan los toros para la fiesta.
- Se levanta el punto a las causas civiles y ordinarias.
- Asumen: José Fernández de Villamea como Alcalde 2º, Juez de Rentas y Alférez Real en depósito; José de Mier y Ríos como procurador General y Defensor de Menores; y Manuel Díaz de Escalada como Mayordomo.
- Se comisiona al Teniente de Gobernador para recibir el juramento de los Alcaldes de la Hermandad.
- Se reitera la costumbre de que los Alcalde ordinarios saquen los pendones el jueves y viernes santos.
- La fijación de precios para los abastos se posterga para otro acuerdo.
- Se resuelve despachar comisiones a los Alcaldes de las Hermandad del Paraná y Los Arroyos para prohibir la extracción de “trigos, ganados vacunos, sebo y grasa”.
- Se dispone la visita de tiendas y pulperías, y el Regidor Juan de Zevallos se hace cargo del turno de Fiel Ejecutor.
- Se ordena tomarle cuentas al mayordomo del año anterior.