Poder otorgado por el cabildo de Santa Fe, con la disconformidad delalcalde Cristóbal Domínguez de Sanabria y del alférez real Francisco Moreira Calderón en favor de Cristóbal Rodríguez y Gaspar Nuñez paraque lo represente ante el gobernador y la real audiencia de Buenos Aires.
Debido a la escasez de pan de ordena verificar la existencia de harinaen los percheles para disponer lo que más convenga. El alcalde J. de Avila de Salazar informa que no ha podido tomarle cuenta al sargentomayor Antonio de Vera Mujica de los bienes que tuvo a su cargo comosuperintendente de la mudanza, en razón de haberse éste ausentadoa Buenos Aires por orden del gobernador y que a su regreso cumplirála orden.
En razón de existir una cuadra sin dueño, se resuelve adjudicarla en merced en cuartos de solares 'a las personas beneméritas y más pobres'. Dicha cuadra linda por el sur con la del maestre de campoJuan Arias de Saavedra y Juana Díaz Galindo, y por el norte con losherederos de Bernabé Gómez.
Por ausencia del alcalde Juan de Avila Salazar, el alférez real Francisco Moreira Calderón se hace cargo interinamente de la alcaldía.
El capitán Bernabé Arias Montiel, procurador general solicita, porpetición, testimonio de los autos obrados sobre el derecho de alcabala,y la designación de un apoderado ante el gobernador y la real audiencia. Se accede a ambas cosas, nombrándose a los vecinos de Buenos Aires,Cristóbal Rodríguez y Mateo de Vendaños.
Con motivo de haber llegado algunas partidas de vino, se rebaja su precio de 16 pesos a 14 pesosla arroba, con la obligación de que se venda exclusivamente en la pulpería de José Rafael Ballesteros, atento a la limosna que tiene ofrecida para la construcción de la iglesia parroquial.
Se ratifica el auto proveído por el alcalde Cristóbal Domínguez deSanabria, en orden a que se venda al vino al menudeo, a razón de 14 pesos la arroba, debido a que sus propietarios lo 'quieren llevaral Paraguay'.