- Con motivos de las muertes ocasionadas por los indios en la estancia de Tavorda, contigua a la Capilla del Capitán Cristóbal de Jiménez, en donde se depositó la imagen de Nuestra Señora del Rosario y sus ornamentos después que la otra invasión destruyó su templo, se resuelve rehabilitar el fuerte del Rosario, para impedir que aquél y los estancieros del pago del Salado abandonen sus establecimientos. El fuerte sería guarnecido por 8 hombres con su cabo, a quien se le proveerá de plomo y pólvora.
- Debido a que no hay vacunos para el abasto, se resuelve pedir en préstamo 40 o 50 cabezas al Capitán Ambrosio de Alzugaray, el único que posee animales.
Se decreta escribir a los apoderados de la ciudad en el juicio sobre el derecho a los ganados de los ríos Uruguay y Negro, a fin de que soliciten el término para las presentaciones.