Perteneciente al 28 de Febrero de 1718
- El Capitán Cristóbal de Oña, Comandante del Destacamento, entrega una nota del Gobernador referente a la suspensión del fuerte que debió construirse en el “conmedio y laguna de Paiba”, y solicita la provisión de carne, tabaco y yerba para sus soldados. Los capitulares emiten sus opiniones respecto de la carnicería de propios y del compromiso del Cabildo para atender la mantención de la tropa. El Alcalde Tomás de Noseda ofrece 12 reses, y el Alférez Real expone su imposibilidad de entrega más animales. Se resuelve disponer la providencia de alguna manera, y que los 12 vacunos se destinen a la tropa que mudará la guardia de Rincón.