- El Virrey, por oficio del 18 de abril, con respuesta al pedido de auxilio de tropas que formuló el Juez de Alcázar, hace saber que las Milicias de Hernandarias están sujetas al Regimiento de Uruguay, a quien debe recurrir, y cuyo Comandante ha ordenado se la suministre. El Procurador Síndico hace presente que se hallen a la venta “este Convento en que se celebran los acuerdos capitulares”, y el Almacén que sirve de Cárcel. A su pedido, se resuelve dar cuenta al Virrey de que la ciudad se quedará sin Cabildo y Cárcel, y solicita una determinación sobre el impuesto de medio real por cada cuero y cabeza de ganado que se extraiga de la jurisdicción, para ser destinado a la construcción de las casas capitulares. El Alférez Real manifiesta que uno de los expedientes que promovió cuando fue de diputado a saludar al actual Virrey es el de límites con Corrientes, en el que se ordenó al Teniente de Gobernador nueva mensura, hallándose ahora en consulta sobre el fondo con que se han de pagar los salarios. Informa que, “por casualidad”, halló en el Archivo de Temporalidades una mensura hecha por los Jesuitas en 1683, de mas de 20 leguas que compraron o tomaron en cambio a los herederos de Hernandarias, y que de la mensura moderna de los terrenos de la casa de Vara y del Alférez Real, se conoce que desde la línea de esta ciudad hasta el río Corrientes al norte, apenas habrá 45 leguas. A su propuesta, el Cabildo resuelve solicitar autorización al Subdelegado de la Real Hacienda, para que del Archivo de Temporalidades se saque copia de dichas mensuras. El Regidor Agustín Pérez se hace cargo del turno de Fiel Ejecutor. Ante los respectivos pedidos, se conceden las siguientes mercedes: a Martín Maldonado un sitio que se halla sobre la calle de la Matriz al norte, “en los muros”, y linda por el fondo, al Este con Petrona Gómez, y a José Reyes una cuadra en cuadro para chacra, sita junto a la laguna de la Totoras, cerca de la casa de la pólvora.