- Los capitulares y los electores nombrados por el Pueblo para la elección de Diputados al Congreso del Oriente se congregaron para tratar las instrucciones que debía llevar el electo y habiéndo renunciado los electos: Pedro de Aldao y Pascual Diez de Andino “por los muchos perjuicios irreparables que se les irrogan, considerándolos ciertos y que no eran comparables con la única de esta de cuatro pesos que se les podía asignar a cada uno por la escasez del erario”; se resolvió se sorteara el cargo entre los dos y, en presencia de ambos, salió electo Pascual Diez de Andino, a quien asignaron 6 pesos darios desde el día de su nombramiento.
- Se trataron las instrucciones que deben dársele y acordaron lo siguiente: 1º que para entrar en los tratados del Congreso, debe suponerse como princio incontrovertible que el Gobierno de Buenos Aires en ningún momento exigirá otro sistema si no es el de la libertad de los Pueblos que debn gobernarse por sí divididos en Provincias cpm absoluta independencia de la que fue su capital; 2º que siendo el objeto principal de todos los Pueblos el salvar los inviolables derechos de su soberanía y libertad, para ocurrir por otra parte a remediar el estado de disolución en que se hallan, era indispensable “buscar un centro en que reunidas todas las partes de este cuerpo político, se forme un todo sobre el que pueda influir directamente esa cabeza o autoridad que se crie, con toda la eficacia necesaria, sin que por eso los Pueblos unidos pierdan la más mínima prerrogativa de sus derechos”; 3º “reconocida la soberanía del Pueblo de Santa Fe y garantida por el que se reconociese Supremo Director con el juramento que debe prestar de reconocerla, respetarla y ceder a ello todo proyecto de capitalismo, unidad y otros de esta clase con que se han usurpado, seducido y defraudado los derechos de los pueblos”, Santa Fe le cerdería la parte de poder que considere oportune para que vele por el bien general; 4º que por las constantes acechos de los indios del Chaco, se halla casi indefensa por el menosprecio con que la consideró Buenos Aires al despojarla del armamento y destinarlo a fines propios abandonando toda la campaña del norte y perdidas las haciendas, exigirá el Diputado la restitución de la Provincia de Buenos Aires.
- Se le otorgaba al Diputado “el más absoluto, amplio y eficaz poder” para seguir las instrucciones que se habían establecido.