Perteneciente al 23 de Julio de 1821
- El Síndico Procurador expuso que estaba informado de que algunos comerciantes del pueblo estaban acopiando grandes partidas de grasa y cebo para extraerlos de la ciudad “a destinos extraños”, lo que ocasionaría graves perjuicios al vencidario y, especialmente a las familias pobres, por lo que le solicita a la Corporación poner el remedio adecuado a evitarlo. Se acordó prohibir la salida de estos abastos para lo cual se comisió al Fiel Ejecutor para que tome “todas las medidas y arbitrios conducentes a evitar dicha extracción.”